Los dos hermanos de 47 y 42 años acusados de
maltratar y abusar sexualmente de su madre en Almería han aceptado este
martes penas de diez años y tres meses de prisión, y de siete años y
tres meses de cárcel después de que la fiscal haya rebajado las
condenas al considerar que ambos padecen retraso mental y alteraciones
psíquicas.
Ambos procesados, identificados como R.B.M. y E.B.M. y que
enfrentaban inicialmente penas de 24 años de prisión, han mostrado su
conformidad en la sala ante el tribunal de la Sección Tercera que
enjuicia los hechos, que han quedado vistos para sentencia sin
necesidad de que se celebrase la vista oral.
La fiscal ha modificado su escrito de acusación al estimar como
probado que E.B.M. padece un “retraso mental leve” y que R.B.M., al que
se imputaba la comisión de hasta seis delitos, sufre un trastorno
“crónico e irreversible” de la personalidad que precisa medicación para
compensar “su agresividad y sus alteraciones de comportamiento”, por lo
que, en ambos casos, ha aplicado la atenuante analógica del artículo 21
del Código Penal.
Según se recoge en el escrito de calificación de la fiscal, desde el
año 2010 ambos hermanos, en prisión provisional, sometieron a su madre
a “todo tipo de agresiones”, sobre todo, de tipo verbal “con
menosprecios, humillaciones e insultos constantes” a través de
expresiones como “desgraciada” o “pelleja muérete ya”, lo que derivó en
una orden de alejamiento a menos de 200 metros para E.B.M.
También la atemorizaban con amenazas de muerte y agresiones físicas
como golpes en varias partes del cuerpo y empujones, lo que generó en
ella sentimientos de “inferioridad, pérdida de autoestima, inseguridad,
infravaloración, trastorno por ansiedad y estados de ánimo”, así como
un “trastorno de adaptación” que, según informe forense, aconsejaba su
“tratamiento psicológico y seguimiento”.
El fiscal relata, asimismo, que a principios de junio del pasado
año, R.B.M., con ánimo de “satisfacer su deseo sexual y evidente
intención libidinosa” sometió a tocamientos a su madre “contra su
voluntad” mientras él se masturbaba. La mujer, según subraya, vivía en
un constante estado de “desasosiego y temor”.
Amenazas constantes
El día en el que se practicaron las detenciones y en el interior del
domicilio familiar en El Ejido, los dos acusados comenzaron de nuevo a
amenazarle con frases como “te vas a ver en el container, amargada”.
A continuación, ambos hermanos empezaron a arrojarle los alimentos
que tenía en el congelador causándole hematomas en piernas y brazos,
así como una fisura en una de las vértebras lumbares que le produjo una
lumbalgia mecánica agravada por patologías que ya padecía como
osteoporosis y artrosis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario